La semana pasada leí un artículo publicado en el Boletín del IESE, del cual he armado un resumen que me pareció muy útil compartirlo con ustedes. Su autor, uno de los constantes invitados virtuales a este blog, Santiago Alvarez de Mon.
Hoy en día, la situación actual de crisis e incertidumbre ha causado un cambio significativo en la forma de desempeñar nuestro trabajo, ¿Cuáles son esos cambios? ¿Dónde enfocarse en tiempos de incertidumbre?. A continuación un extracto de las mejores partes del artículo:
“Parte del equilibrio y serenidad de una persona cuajada y madura consiste en reconocer y abrazar el desequilibrio y la inquietud propios del devenir humano. La metáfora de Einstein es muy gráfica y reveladora. “La vida es como montar bicicleta. Hay que permanecer en movimiento para mantener el equilibrio”. Quietos, aferrados a un statu quo personal, las posibilidades de descarrilar, de tener un accidente, aumentan. El cambio, en su fluido discurrir, paradójicamente es la opción más estable. A partir de esta clarividente aceptación, que requiere una mente abierta, un corazón humilde y mucho sentido del humor, signo distintivo de los sabios, la aventura de vivir atraviesa las tierras y jornadas más interesantes.
El error es nuestro aliado natural. ¿Y si nos equivocamos? ¿Y si tropezamos en el error? Socio natural y cotidiano en el proceso de aprendizaje humano, convendría mantener con él una relación más fluida, humilde y espontánea. Siendo la otra cara de la excelencia, ¿por qué negarlo, minimizarlo, esconderlo, o lo que es peor, elevarlo a la condición de fracaso?
La incertidumbre, resbaladiza y etérea per se, exige mantener una relación paciente, atenta y disciplinada con el presente, único tiempo manejable. El pasado, irreversible, es depositario discreto de tradiciones, costumbres, relaciones y experiencias que nos han ido modelando. Es un baúl repleto de información valiosísima, deberíamos ser los mejores historiadores de nuestra biografía. Con frecuencia, el pasado se incrusta en el presente a través de unas fotos, un video, unos recuerdos, una mirada a nuestros orígenes. Nada de malo en ello, siempre y cuando seamos capaces de soltarlo, no vaya a ser un lastre que nos impida caminar ligero. El futuro, el tiempo favorito de visionarios y emprendedores, allí viaja la imaginación provista de mapas intangibles e intuitivos, también merece su lugar y protagonismo. Dada su importancia estratégica ¿Cuál es la vía más segura para llegar a él? No hay mejor pista que un presente correctamente leído y vivido para aprender del pasado y conquistar el futuro.
Para una mente cosida al presente, la incertidumbre es aventura, reto, tensión creativa. Para una mente desordenada y anárquica, el factor riesgo se deteriora en ansiedad y aprensión. Una mirada serena, intensa, paciente, curiosa, humilde, abierta a la sorpresa y el asombro es un recursos diferencial.
El humor es otra de las armas con las que alma lucha por su supervivencia y es una compañera perfecta en tiempos de incertidumbre. El humor puede proporcionar el distanciamiento necesario para sobreponerse a cualquier situación, aunque no sea más que por unos segundos.”
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