Iniciar bien la vida en comun aprendiendo a vivir juntos
Aprovechar la llegada de los hijos para reforzar la unión matrimonial
Querer al otro cónyuge como es, aprendiendo a vivir con las diferencias
Querer con amor verdadero: superar el yo y el tú para llegar al nosotros.
Ver siempre al otro como lo primero: vivir para el otro
Ser feliz haciendo feliz al otro
Reestrenar el amor: estar prevenidos frente al riesgo de la rutina y la indiferencia
Redescubrir motivos para la mutua admiración
Aprender a aceptar juntos el proceso de hacerse mayores y los cambios que se producen en la vida conyugal y familiar.
Ser buenos amigos además de buenos cónyuges
Saber dialogar y comunicar teniendo en cuenta las diferencias propias de ser varón o mujer
Tener buena y mala memoria (centrarse en los buenos recuerdos y saber olvidar y perdonar)
Crecer en virtudes
Saber expresar sentimientos
Aprender a prevenir y a manejar los conflictos
Fuente: Gerardo Castillo “La Camisa del casado feliz”